Wednesday, April 05, 2006

un auschwitz del alma con mausoleos que eran la fosa común de los que no habían muerto


1/“arrastrándose de un rectángulo de sombra a otro, comprendió que pronto debería encontrar algo o acabaría allí su vida, atrapado como la comitiva de un faraón en el interior de ese mausoleo que se había construido a sí mismo.” (james graham ballard, “playa terminal”)

2/
“-Que mierda no van a simpatizar con la perrera. No escuchó la radio. Es como si hubiera secuestrado a, no sé... atletas judíos, algo así. Tienen miedo.
-Te trataron de terrorista un par de veces.
-Sí, me cagué de la risa. Están todos locos.
-Un nuevo fantasma recorre las calles de la ciudad, hehe... lo mismo no fue una gran idea, te voy diciendo... sería una cagada que caigas en cana por esta boludez y salte toda esta otra historia.
-No voy a caer en cana por esto. Nadie se dio cuenta de nada.
-¿Y los perros? Si algún vecino botón ve tantos, capaz te denuncia.
-No los va a ver nadie aunque se asome, están en el galponcito del fondo. No va a pasar nada, a no ser que el boludo de Cetarti meta la pata. Espero que se conforme con habérselo contado a usted y no abra más la boca.
-Se lo remarqué bien. Aparte no me llamó para contarme, llamó para comprar porro, yo fui el que le preguntó. Desde que leí el diario a la mañana tenía como un presentimiento, viste que yo a veces...
-En el diario dicen un tipo alto, obeso y atacado de asma. No era tan difícil, tampoco.
-Hay mucha gente obesa que respira mal, podría haber sido otro, perfectamente.
Duarte parecía haberse ofendido un poco por la duda sobre sus facultades.
-Bueno, el tema es que no, Cetarti estuvo bien, incluso medio se hacía el gil al comienzo, le tuve que insistir un par de veces. No va a andar contando por ahí, creo que por ese lado nos podemos quedar tranquilos. Pero vos te vas a tener que guardar un par de días. La camioneta no te la vas a querer quedar, me imagino.
-No estoy loco. Aparte es una cosa siniestra, es una cámara de gas ambulante.
-Por qué, que le pasa, quema mal el motor.
-No, literalmente, una cámara de gas. Matan a los perros ahí. Conectan una manguera entre un respiradero y el caño de escape, cierran los otros respiraderos y enchufan la manguera.
-Y la manguera con que la agarran para que no pierda gas, con una rosca.
-Ni eso, con abrazaderas.
-Ah, mirá vos, bastante elemental... bueno, mientras vos te hacías el Zorro yo estuve hablando con el hijo de Rosa, el tipo me empezó a decir de nuevo que no tenía la guita que le estamos pidiendo y ta, ta, ta.
-El tipo no quiere pagar.
-Y yo le dije mire, usted tiene esta guita en tal y tal lado, su madre tiene tal caja de seguridad en tal y tal banco... viste le voy diciendo todo. Y se queda callado un rato y me dice que bueno que donde lleva el dinero. Y le digo que ahora queríamos ochocientos mil. Así que quedamos que a la mañana saca la guita y onda mediodía lo llamo.
-El tipo no va a pagar.
-Si no paga le devuelvo a la madre cortada en pedacitos.
-Es que le importa un carajo el tema, lo viene pedaleando desde la primera vez que habló. Ni llamó a la policía. Capaz que hasta le estamos haciendo un favor, le estamos dejando toda esa plata para él solito y está esperando que aparezca muerta en cualquier baldío para ir a hacer la denuncia. Esta vieja, aparte, es lo más amargo que hay, no me extrañaría nada...
-Ha ha, te la trataste de garchar y te sacó cagando, serás boludo...
Duarte le miró la cara y largó una carcajada.
-¿Tengo razón?¿Te la quisiste garchar?
-Es una idea asquerosa. Ni se me pasaría por la cabeza.
-Que tipo amargo que sos...donde está ese espíritu juvenil, que me queda para mí entonces. Te hace falta coger un poco. Por eso andás todo el día con esa cara. Y si le hacés asco a todo, viste...”
(antonio de melli, fragmento inédito del guión de “¡y aquí comenzaron mis problemas!”, comedia picaresca con maría aurelia bisutti, olinda bozán, tincho zabala y números musicales a cargo de katunga, sabú y aldo y sus pasteles verdes, que no llegó a estrenarse en el circuito comercial. uno de los pocos registros existentes del “período argentino” del gran inmovilista paraguayo)

3/escuchando gil evans, “the individualism of...”. temperatura: 22 grados. humedad: 78%. tristeza: cinco o seis cuadras de largo. el leopardo del descontento y el león del desánimo caminan entre la ropa sucia de mi habitación. estoy solo como un boludo, pero tampoco se me ocurre otra manera de vivir. tengo la impresión de que tengo cansado a medio mundo. a mí, por lo menos, seguro.
habito un final. no hay otra cosa.

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