Friday, November 12, 2004

dos pisos arriba

-bueno, ¿y?
-esto yo volvía a mi casa tarde, que se yo, cuatro o cinco de la mañana, venía bastante mal de un par de cosas y me confundo de piso al apretar el botón del ascensor. yo vivía en el tercero y aprieto el quinto. me bajo del ascensor y cuando llego a donde para mí yo vivía, la puerta estaba abierta pero me hace tope una cadena que justo nosotros teníamos una igual, y yo vivía con un arquitecto amigo mío, la chancha, y yo digo este boludo para qué puso la cadena, y meto la carita por esa luz que queda, viste unos quince centímetros que se abre la puerta y empiezo a putear: “chancha, vení a sacar la cadena, guacho de mierda, ta ta ta...peores eran los insultos míos, eran un poco peores, este... y de golpe yo me descuido y viene alguien y cierra la puerta y le pone llave, para que, yo peor, más, le empiezo a dar duro ahora la puerta: “chancha, la concha de tu madre, vení abrime la puerta papá, que te pasa que me querés dejar afuera, estoy mosca, quiero dormir...” y nada, y nada y nada... yo me acuerdo que me calmo un poco y me prendo un pucho por las dudas este estuviera con una chica, que por ahí le hacen falta diez, quince minutos cruciales, eh...le voy a hacer el aguante porque es mi amigo, mi compañero de departamento, decía yo... y cuando me descuido che, yo estaba en el quinto piso (viviendo en el tercero) y entro a escuchar unas voces que me dicen “quedate piola donde estás” y yo sentía un teje y maneje raro con el ascensor, que lo hicieron subir para arriba. a todo esto se apagaba la luz del palier, que yo estaba chocho cuando se apagaba (risas)...pero en el acto que se apagaba alguien la prendía y no era yo. y se apagaba y la prendían y se apagaba y la prendían y duró unos minutos eso, hasta que yo me escondo (yo ya me doy cuenta de que eran un par de canas que me estaban buscando), me escondo en una puertita que había en el palier para guardar las bolsas de la basura, y me escondo ahí. te imaginás que a mí me encuentran en un segundo... (carcajadas) y me agarran los canas y me esposan en la espalda y vamos bajando por la escalera un cana, yo y el otro cana atrás mío, el patrullero estaba en la puerta del edificio, acá en la calle lavalleja...
-atrás del parque
-claaaro, atrás del acv. y me llevan en el r12 a la calle antonio del viso, que vendría a ser...
-la séptima.¿y vos no les explicabas a los tipos?
-me costaba explicarles... porque yo medio me estaba durmiendo, yo venía bastante mal... la cosa es que me llevan y me ponen no en una celda, mirá lo que será la buena educación de uno, o la mínima educación de uno, me ayudó un poco, la cosa es que me ponen en la oficina del comisario, o del tipo que estaba en reemplazo del comisario a esa hora de la noche, que ya serían a todo esto las seis de la mañana, que hacía un calorón tremendo, yo estaba en malla, una musculosa (sin documentos) y ojotas, un solo bolsillito era lo único que tenía, en la parte de atrás de la malla... y bueno, me ponen con este tipo, un hombre de bastante educación y nos ponemos a charlar de rugby, de barrio urca, del cerro de las rosas, te imaginás que yo al no tener documentos le digo mi nombre y apellido y el tipo me dice “ah, no me digás que vos sos pariente de xx”, xx es jugador de rugby, más veterano que yo, “si claro, xx, primo segundo mío”. y empezamos a tirar nombres que conocíamos: entrenadores del tala y la tablada, cosas de esas, hasta que el tipo me dice “gordo vos no sos un choro, pero vos lo que pasa es que te estás portando mal, mirá cómo estás, qué se yo, ta ta ta, ponete un poco las pilas...”
-ah, un divino, el cana, dentro de todo...
-y escuchá esto...llega un momento que yo le digo maestro está muy lindo todo pero por favor yo me quiero ir a dormir, llevame a una celda ya, que me estoy durmiendo, quiero dormir unas horas. y el tipo me dice “no no, gordo, vos te vas a ir de acá, no te vas a quedar, pero oíme pará un poco, no sabés en qué piso vivís, ni en qué edificio... “ah no,bueno”, le digo yo, “no es para tanto, yo vivo en el tercero y me confundí, apreté el cinco en lugar de tres”, y el tipo “portate un poco bien, ponete las pilas”. cuando yo salgo yo no sabía dónde estaba en córdoba. yo no sabía si estaba cerca de la fábrica renault, nada...porque me había olvidado, me había agarrado como un lapsus que me olvidé todo, y salgo (a todo esto en ojotas, malla y musculosa) le pregunto al cana que estaba en la puerta “che papá me han dejado ir pero no sé donde estoy, contame qué barrio es este” “y de dónde te levantaron a vos, contame” “ de mi casa, en lavalleja entre tanto y tanto” “ah, es acá nomás, esto es fragueiro, tomate un taxi, van por boulevard las heras...” y no sé qué vericueto me explica. total que tomo el taxi y llego, entro al depto, me pego un baño, ya era de día, y siento el timbre pero no el timbre del portero abajo, sino el del departamento. “la puta madre”, digo yo, “qué es lo que pasa, otra vez la cana”. y era el vecino que llamó a la cana, a pedirme disculpas porque cuando a mí me llevan esposado me estaban viendo todos, gente que me conocía de un año que llevaba viviendo ahí. y nadie dijo “eh, pará este chico vive acá, que pasa”... y abro la puerta (ahora soy yo el que saco la cadena) y lo hago entrar y me dice loco vos sabés que soy yo el que llamó a la cana, yo me abataté, vos me gritaste dentro de mi casa una serie de insultos tan fuertes que mis hijos se asustaron muy mucho, y mi mujer también y yo también, pero te vengo a pedir disculpas porque después te lleva la cana y yo me abatato y no me sale decirles que vos sos vecino, que podés estar en pedo, o que se yo... “bueno, maestro”, le digo, “ya está, fueron cuatro o cinco horas, no es tampoco la locura...”. se va el guaso, vos te imaginás me acuesto a apoliyar, no se, siete de la mañana, me levanto a la una y de vuelta el timbre, y era el vecino que me mandó en cana con una bandeja con mollejas, chinchulines, vacío, todos los chiches de una parrillada. y vos sabés que justo... yo no es que no tuviera qué comer, sino viste que vos solo no te vas a hacer una gran comida... estaba solo, triste, un domingo al mediodía, medio deprimido, y este guaso que me aparece con esa tablita de madera, con una parrillada espectacular...

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